jueves, 20 de marzo de 2008

Duendes: Segunda Parte

Si bien el sueño se había reiterado noches y noches en aquella infancia, el tiempo parecía estar estancado.
Siempre me hallaba en el mismo campo, con la misma edad, el mismo solerito... solo el miedo se acrecentaba mas y mas.
Por momentos el muro se acercaba, aunque no creía estar seguro de ello. Supongo que solo fantaseaba para evitar encontrarme con la horrible realidad... quienes realmente se acercaban eran los duendes de jardín.
Me encontraba en la noche oscura parada frente a la inmensidad y la nada. Las lucecitas comenzaban a titilar, y aunque sabía que ocurriría, no escapaba a ningún sitio. No había donde huir.
Cada vez mas cerca, podía ver sus gorritos de colores moverse hacía mí. Las carcajadas eran cada vez mas fuertes, y aquel día pude sentir su olor, recuerdo que olìan a sopa rancia; tuve ganas de vomitar.
Nuevamente el frío en la espalda, el miedo incontrolable. Solo quería despertar. Pero esta vez era distinto, los duendes estaban mas cerca que de costumbre. El tiempo parecía no pasar. Me respiraban de cerca, escondidos me acechaban. Sentí el vacío previo al ataque, por un momento, solo por un momento todo pareció calmarse. Al instante comenzaron los gruñidos, se dieron a conocer mostrando sus manos y sus dientes. Me rodearon colocándose en posición de ataque hasta que escuché un grave sonido. Me paralicé.
Al alzar la cabeza descubrí el origen de ese ruido tan metálico. Una NAVE NODRIZA había cubierto el cielo. Era gigante. Mi vista intentaba encontrar sus bordes en vano.
Ya sobre nuestras cabezas, comenzaron a salir de la nave haces de luces que disparaban a gran velocidad. Ningún haz de luz me tocó... pero cayeron sobre cada una de las cabezas de los duendes para abducirlos.
Al instante habían sido chupados por la nave. Por un momento me encontré sola en medio del campo. El miedo había pasado, podía oler la brizna de la noche ya tranquila.
En la escena siguiente me encuentro dentro de la nave escondida detrás de una pantalla. Pude ver como Diana, protagonista de "Invasión V", se comía a cada uno de los duendes. Los tomaba de un pie y levantándolos hacia arriba los introducía en su boca y de a poco los pasaba por su garganta como hacía con los roedores en la serie.
Luego me decía que regrese a casa tranquila, que los duendes no me molestarían mas por las noches.

4 comentarios:

Shakti dijo...

Muy bueno!! Cuando jugaba yo era Diana!! Adoro protejerte!! Si te molestan otra vez avisame!

Gaby Cuenteando dijo...

Parece que Diana ha quedado en varios inconscientes. Es increíble ver esa serie ahora y asombrarse por lo malos que eran los efectos especiales. Algunas cosas son mejores recordadas que vueltas a ver.
Gaby

Shakti dijo...

Totalmente!! Me hubiera encantado que me guste ver la serie de grande... una desilusión...

Mattt dijo...

¡Fuuuaaaa!. ¡Qué sueño!
Yo nunca vi esa serie. No sé qué estaba haciendo mientras la daban. Todos los de mi generación la vieron. ¡Que frustación!.