jueves, 17 de abril de 2008

La Ventanita


Era una fiesta de noche, en un lugar con una pileta enorme. Yo estaba segura de que era en un complejo de costanera norte.
La gente parecía divertirse mucho pero yo no les creía. No me caían bien… pensaba que sólo les interesaban las apariencias, así que decidí abrir la ventanita de la pared e irme con la gente que consideraba más auténtica y simple.
Al costado de la pileta, en una pared de color celeste y a casi dos metros de altura, estaba la ventanita. Se trataba de una abertura rectangular, de unos cincuenta centímetros de ancho por cuarenta de alto.
Haciendo piecito sobre una maceta de barro, llego a la ventana y comienzo a golpear la madera celeste para abrirla. Cuando empiezo a lograrlo, del otro lado veo que mi amiga Débora se acerca para ayudarme.
Sus amigos terminan de abrir la ventana y trepo intentando pasar por ese hueco. Cuando lo logro, Deby me agarra para que baje del otro lado. Estamos en la casa de ella con sus amigos, todos sentados en reposeras.
Yo me siento muy a gusto con ellos, hasta que comenzamos a juntar la plata para ir cerca del río a comprar la comida, y me doy cuenta de que Iván Noble me había robado cien dólares (?)

3 comentarios:

dreamer dijo...

...que Ivan Noble es un ladrón, está claro. Pero desde cuándo andas con dólares encima???
Ojalá siempre hubiera una ventanita salvadora para ese tipo de situaciones!!!
Muy Lindo

Anónimo dijo...

sigue encantandome este lugar tan bello para escapar de la realidad mundana en la que sobrevivo. Esto es un sueño. Muchos sueños

Paisaje interior dijo...

Que linda ventanita.... por la que poder escapar de lo que no nos gusta y buscar algo mejor. Un saludito