
Ella estaba en la cocina lavando las gaviotas. Como su perro se acercó, le dijo: mirá, estas son las gaviotas que vamos a comer hoy al medio día. El animal comenzó a olfatearlas y a lamerlas en un gesto de ternura y compasión.
Tan hermosa energía transmitió el enorme perro a las gaviotas, que éstas comenzaron a movilizarse y volaron hacia la ventana, quedándose en el aire de ese patio, aleteando felices, con sus picos enfrentados, como demostración del poderoso milagro del amor.
Tan hermosa energía transmitió el enorme perro a las gaviotas, que éstas comenzaron a movilizarse y volaron hacia la ventana, quedándose en el aire de ese patio, aleteando felices, con sus picos enfrentados, como demostración del poderoso milagro del amor.
2 comentarios:
...me gusta Shakti, tus sueños son siempre armónicos...
Deberías tener un perro sanador en cambio de una Ursula "arañadora" y "mordedora"!
Hay que saber entender sus mordiditas curativas...
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